Así ha vivido Gran Bretaña el discurso de Jorge VI

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Jorge VI cagándose en su hermano. Fuente: http://constitucionweb.blogspot.com.es/

Ubicación: 1939/ Segunda Guerra Mundial / Reino Unido

Hoy, 3 de septiembre de 1939, todas las familias británicas se encuentran en sus casas, tomando ese sagrado té de las 4 y rodeando sus transmisores de radio impacientes por escuchar el discurso del Rey Jorge VI. Salseos Históricos se encuentra en casa de los Cooper, una familia acomodada que vive en el barrio de Kensington y son propietarios de una de las empresas más grandes de telares indios. James, el padre de la familia, parece molesto porque son ya las 3:59 pm y parece que el discurso se iba a retrasar de la hora prevista, las 4:00 pm. “Esté rey no vale para nada, si su hermano no se hubiese ido con esa golf…” “James, por favor, los niños” Le interrumpía su mujer Margaret. Dentro de la casa la tensión se podía cortar con un cuchillo, los Cooper no parecían muy convencidos del ascenso al trono de Albert Frederick tras la abdicación de su hermano Eduardo “Hemos tanteado hasta financiar a partidos políticos republicanos porque esta situación es insostenible”.

Mientras tanto, en Buckingham Palace, los ánimos no parecen estar mucho mejor. Nuestros compañeros de la BBC nos informan por telégrafo que algunos de los hombres más cercanos al rey están preparando un barco para que la familia real pueda exiliarse en caso de que todo se desmorone. La reina Elizabeth Angela Marguerite Bowes-Lyon andaba una y otra vez a lo largo del pasillo principal sin parar de de repetir que debería haberse casado con “James Stuart el de los petróleos”.

En el Parlamento, los laboristas ya están empezando a pedir la cabeza de Jorge VI y los conservadores empiezan a dividirse entre devolverle la corona a Eduardo o coronar ya a la primogénita del rey. “En 2 meses nos veo bailando polcas en la puerta de Brandeburgo” o “no sé cómo pudimos dejar gobernar a un rey que no sabe King ni su propio título de Duque de York” eran los comentarios que más se escuchan en la cámara baja. Si esto no fuese poco, en palacio hay unos extraños hombres, que dicen ser productores de Netflix, que no paran de hacer preguntas a la joven Elizabeth.

A las 16:03 el rey Jorge VI, con ayuda de su profesor Logue, comenzaba su discurso en la radio pública BBC:

En esta hora difícil, quizá la más fatídica de nuestra historia, quiero hacer llegar a los hogares de todos mis súbditos, tanto en la patria como en ultramar, este mensaje que les expreso a todos con la misma emoción profunda que si cruzara su puerta y les hablara personalmente a cada uno […].

Toda Gran Bretaña volvió a depositar su confianza en la monarquía: los aplausos no cesaban en palacio mientras que en el Parlamento los políticos comenzaron a creer a Jorge VI como su legítimo rey. Sin embargo, los Cooper seguían desconfiando de la capacidad del nuevo rey: “Esté es capaz de darle la independencia a la India” sentenciaba James mientras Margaret apagaba la radio.

……………..

Lo que ocurrió realmente:

Albert Frederick George, nacido el 11 de diciembre de 1895, era el segundo hijo de los reyes Jorge V y María de Teck. Tras la muerte de su padre el 20 de enero de 1936, su hermano Eduardo ascendió al trono como Eduardo VIII. Sin embargo, su intención de casarse con la estadounidense Wallis Simpson (divorciada dos veces) le llevaría a abdicar el 11 de diciembre de 1936 tras la falta de apoyo parlamentario. El 12 de mayo de 1937 Albert Frederick sería coronado como Jorge VI en un intento de continuar el legado de su padre. La coronación del nuevo rey sucedió en un momento de alta tensión política internacional, debido al ascenso del fascismo y el nazismo en Europa y una más que inminente nueva guerra mundial.

A nivel personal, Jorge VI temía hablar en público debido a su tartamudez. Este problema se acentuó cuando en 1925 pronunció un discurso en la clausura de la Exposición del Imperio Británico en Wembley, el cual se convirtió en una horrible experiencia tanto para los oyentes como para él mismo.  Además, los británicos lo veían demasiado “débil e inestable” para el momento que afrontaba el país, y los alemanes se referían a él como ‘el rey tartamudo’.

Para poner solución a su tartamudez, en 1927 –cuando todavía era duque de York- decidió acudir a la consulta del pedagogo Lionel Logue. Tras diagnosticarle una coordinación deficiente entre la laringe y el diafragma, Logue prescribió al duque ejercicios vocales durante una hora diaria. El tratamiento de Logue consiguió que el duque se relajase al hablar​ y evitó la tensión que producía espasmos musculares. En 1927, en la apertura del Parlamento de Australia el rey pudo pronunciar su discurso sin tartamudear. La relación de ambos fue más allá de lo profesional y Lionel se convirtió en uno de sus hombres de confianza al principio y durante su reinado.

El punto de inflexión en el reinado de Jorge VI ocurrió tras la invasión de Alemania a Polonia en 1939 que supuso el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Más que nunca el rey tenía que enseñar su valía a sus súbditos y mostrar la fortaleza de Gran Bretaña a nivel mundial y, sobre todo, sus contrarios en la guerra. El 3 de septiembre de ese mismo año, Jorge VI pronunciaría su famoso discurso en la radio pública BBC ante las grandes dudas de su papel internacional y si sería capaz de unir a todo el imperio la nueva guerra. Así mismo, sirvió como prueba de fuego de sus grandes avances en cuanto a la tartamudez. El discurso supuso la cimentación del papel del rey como símbolo de la resistencia al avance del nazismo y devolvió la confianza al pueblo en la monarquía.

Colaboración especial de Jorge, Conde de los Molinos de la Mancha

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